Ignoro por qué para algunas personas todo es un problema y para otras esto de vivir es una gozada. Procuro vivir yo, un poco, sólo un poco, entre los que quieren vivir con una sonrisa puesta todo el día, pero.... no. Cada vez que veo todo de color de rosa, viene alguien a romper el encantamiento.
Es así, tengo una compañera profundamente preocupada, se pregunta que pasaría si los chinos empezaran a usar el papel higiénico. Su argumento es lógico y hasta sencillo. Si todos lo usaran, con los millones y millones de culos que son, el planeta se vería atacado en su más tierna esencia. Acabaríamos con la arboleda de toda la tierra. No te puedes imaginar el problema que se plantearía, me dice. Claro, pienso yo, de plantar va la cosa; o el pino o los árboles.
La dejo hablar, ya me ha fastidiado el día, no puedo parar de imaginar millones y millones de culos amarillos. Y he aquí otra pregunta que no pregunto (no quiero que me hable de otra catástrofe), ¿cómo y con qué se limpian? ¡¡¡¡¡¡!!!!! Si es con agüita, ¿no estarán los ríos condenados como los árboles? Si usasen además jaboncito......¡¡¡¡los mares!!!!!
Ella sigue hablándome y exponiéndome argumentos, argumentos.... Ya no escucho. Sólo llego a la conclusión que eso de que los chinos caguen es la gran tragedia del mundo.
Con algo tan sencillo como la mierda, acabo de arruinar un día que podría haber sido maravilloso. Mi infortunio no acaba aquí, después de más de dos horas de sermón sobre el papel de higiénico, llego a casa y mira por donde entro en el baño.
Al estreñimiento tengo unir un sentimiento de culpa que me domina, miro al rollo de papel pidiendo perdón, ¿habrá indulgencias para estos menesteres?..... Yo, por si acaso, llevo todo el día rezando.
Queden Vds. con Dios, que yo en la próxima me bajo, que no me entero de ná
Jajjjaa. Sigue escribiendo, que esto tiene futuro. Ahora yo dormiré pensando en esos culos amarillos!!
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