lunes, 19 de septiembre de 2016

Que poco duran las alegrías en casa de pobre

  Eso decía mi padre, en casa del pobre duran poco las alegrías y otro dicho muy suyo: en casa del pobre todo son desgracias.  Qué razón llevaba¡¡¡¡

   Lo he recordado especialmente hoy, cuando aún no había superado el trauma de los chinos y el papel higiénico, cuando todavía tenía pesadillas de culos amarillos, nuevo sermón.   Esta vez me ha contado que en un taller de educación medio ambiental explicaron que cada árbol produce el oxigeno necesario para una persona¿?¿?¿?¿... más o menos.

   El pánico se apodera de mi, sigue dando datos de árboles y de la superpoblación del mundo.    Si le digo que más que sobrar población lo que falta es solidaridad, iniciará otro debate.  Me callo, pero ya ha sembrado lo suficiente para que mi cabeza no pare de atormentase.

   Ahora la culpa tiene otro campo donde crecer, ya soy responsable de respirar y de... utilizar papel higiénico.  A este ritmo me declaro criatura peligrosa para la humanidad.

  Lo más curioso de todo es que Corea del Norte ha hecho un "ensayo nuclear", se ha reunido la ONU y no me he ganado ni  un sermón, ni un comentario, ni una reivindicación.  Me sorprende el silencio, porque a mi si me parece un tema ante el que nadie debería se indiferente.Un tema ante el que no tengo palabras,solo  indignación,  un frío miedo, un sentirme perdida. 


   Un día al volver del colegio mis hijos, me contaron que el Director había ido clase por clase prohibiendo terminantemente  coger hojas de morera para los gusanitos de seda.  Me extraño, en el colegio los árboles eran grandes y no podía suponer un problema que los chiquillos cogieran hojas para sus animalitos.    Me quedé con la cantinela y en el momento que lo vi pregunte:
   
      - ¿Es cierto lo que me han dicho mis hijos? ¿Ha prohibido que cojan hojas?  De toda la vida los niños hemos  tenido la caja de zapatos con gusanos de seda   y hemos recogido hojas. - dije casi indignada

       - Sí, pero ya he llevado esta semana a tres a urgencias - me dice apurado.

      - A urgencias?¡¡¡ 

      - Claro, me contesto.  Mira, como no llegan a las hojas le tiran piedras para que caigan.  Esto no sería problema,  El problema es que se quedan esperando que las hojas caigan y  antes cae la piedra y ya se han abierto la cabeza unos cuantos, como te digo esta semana tres.

        Tierra trágame.

      Eso espero, que las piedras que tiran hacia arriba les caiga a ellos, sobre aquellos que se atrevieron a hacer ensayos nucleares en un planeta que no se lo merece, Ojala los vientos sean propicios y las nubes se queden sobre ellos. Deseo con todas mis fuerzas que vivan el terror que intentan despertar. Que un día se miren en el espejo de la vida y vean su absoluta nada, la terrible realidad de lo que son.   La Tierra lo soportará, lo que no sé es si podremos sobrevivir en un mundo con una humanidad así.

 Sólo una casa es clara, no me entero de ná, por eso …. paren que en la próxima me bajo. Queden Vds. con Dios.
                                                                                                                

Consejos vendo que para mi no tengo


Pasé por aquel escaparate unas mil veces, me paraba a ver aquella revista de consejos, de esos que te dicen cómo saber vivir.  De entrada ya era chocante, saber vivir, ¿No se sabe ya desde que se nace? Por lo visto no, vivimos pero no sabemos.  Dejo mis interrogantes a un lado y me paro sobre otro titular: “DESPIERTA TUS GENES BUENOS, para estar más sana, más guapa, más feliz. 

    Me inquieto, francamente estoy preocupada, me miro y remiro: MIS GENES ESTÁN MUERTOS¡¡¡.   ¿Si mis genes están muertos, estaré viva?.   Corro al espejo, uff, bueno estoy fantasmagórica pero no soy un fantasma.   Al menos aunque no sepa vivir, vivo. Que sea feliz, guapa y sana es otra cosa.

   En mi ignorancia pensé que cuando me dormía me dormía entera y cuando me despertaba, igual, me despertaba entera.  Confieso que alguna vez se me ha dormido el pie por su cuenta, otras una pierna y una vez hasta un brazo, pero con unos pellizquitos los despertaba y se acababa el problema, pero claro ¿cómo se despierta a un gen? Nunca los noté dormiditos, ni nerviosos,….. ¿?¿¿¿??¿?¿?

    Como tantos “más”  no se daban en mi vida decidí poner un poquito de remedio y durante un mes me levanté con la intención de estar bien “despierta”.  Difícil misión porque me doy  cuenta que me he levantado de la cama cuando estoy en la ducha. No me rindo. Mando a mis genes mensajes positivos: despertaros preciosos, despertaros que hoy es un gran día.  También les digo: vosotros podéis, sois los mejores, estáis preparados….  Sigo hablándoles porque no sé si será suficiente: andad tontitos despertaros que mamá os espera, pero que bonitos sois.  

   Nada mis pensamientos no les llegan puesto que no estoy más sana, ni más guapa ni más feliz.  Tengo un plan b: para el dolor de cabeza, paracetamol; me pinto y me sonrío.  Bravo¡¡¡¡ Ya estoy más guapa, más sana y más feliz.  

  A lo mejor lo que falla es eso de los pensamientos, nunca lo entendí del todo bien.  Está de moda que cuando los demás saben que estás pasando por momentos de apuros te acompañen con su positividad.  Te dicen:
- Tú se fuerte, piensa en positivo. Te mando mi fuerza y todos los pensamientos positivos que tengo.

  Yo callo, claro, que una es muy educada. Miro con disimulo a ver si tiene algún poder oculto en los ojos para mandarme la fuerza, a lo mejor es un rayo cósmico que no veo.  Con franqueza preferiría que la gente buena me mandaran dinerillo, un jamón, bombones .. algo con lo que sepa que hacer.  Ya no se qué hacer con lo que pienso yo, como para saber qué hacer con lo que piensan los demás. 

 Antes era más fácil y más eficaz, los demás te decían: rezaremos por ti a San Judas Tadeo o Santa Ria . Eso era otra cosa, poque no te acompañaban como espíritus, no tenían poderes extraños y mira por don los santitos a lo mejor podrían hacer algo; se les supone que poder pueden.

 Sólo una casa es clara, no me entero de ná, por eso …. paren que en la próxima me bajo. Queden Vds. con Dios.

sábado, 10 de septiembre de 2016

De rollos va la cosa

     Ignoro por qué para algunas personas todo es un problema y para otras esto de vivir es una gozada.  Procuro vivir yo, un poco, sólo un poco, entre los que quieren vivir con una sonrisa puesta todo el día, pero.... no. Cada vez que veo todo de color de rosa, viene alguien a romper el encantamiento.

    Es así, tengo una compañera profundamente preocupada, se pregunta que pasaría si los chinos empezaran a usar el papel higiénico. Su argumento es lógico y hasta sencillo.   Si todos lo usaran, con los millones y millones de culos que son, el planeta se vería atacado en su más tierna esencia.  Acabaríamos con la arboleda de toda la tierra.  No te puedes imaginar el problema que se plantearía, me dice.  Claro, pienso yo, de plantar va la cosa; o el pino o los árboles. 

   La dejo hablar, ya me ha fastidiado el día, no puedo parar de imaginar millones y millones de culos amarillos. Y he aquí otra pregunta que no pregunto (no quiero que me hable de otra catástrofe), ¿cómo y con qué se limpian?   ¡¡¡¡¡¡!!!!!  Si es con agüita, ¿no estarán los ríos condenados como los árboles? Si usasen además jaboncito......¡¡¡¡los mares!!!!! 

   Ella sigue hablándome y exponiéndome argumentos, argumentos.... Ya no escucho.  Sólo llego a la conclusión que eso de que los chinos caguen es la gran tragedia del mundo. 

     Con algo tan sencillo como la mierda, acabo de arruinar un día que podría haber sido maravilloso. Mi infortunio no acaba aquí, después de más de dos horas de sermón sobre el papel de higiénico, llego a casa y mira por donde entro en el baño.

      Al estreñimiento tengo unir un sentimiento de culpa que me domina, miro al rollo de papel pidiendo perdón, ¿habrá indulgencias para estos menesteres?.....  Yo, por si acaso, llevo todo el día rezando.

   Queden Vds. con Dios, que yo en la próxima me bajo, que no me entero de ná